Oración de una madre a la santísima virgen: Cómo ponerse en contacto con la madre celestial

En esta ocasión, queremos compartir con ustedes una oración que muchos padres dirigen a la Santisima Virgen con el fin de pedir su ayuda, su protección y su bendición para sus hijos.

Madres de todos los tiempos, de todas las culturas, de todos los países han elevado esta sencilla oración para pedir a la Virgen María que cuide y proteja a sus hijos. Estas palabras tan cargadas de fe y esperanza nos llevan a la contemplación de la figura de la Virgen como Madre de Dios.

Por lo tanto, queremos compartir con ustedes esta oración, con la esperanza de que todos los padres puedan unirse a esta petición a la Bendita Virgen María, en busca de su bendición y protección para sus hijos.

Oración a la santísima virgen: Palabras de una madre llenas de devoción

Oh Santisima Virgen, Madre de Dios y Madre mía, tú eres la Madre de la Misericordia, la Madre de la Compasión, la Madre de la Esperanza y la Madre de la Caridad. Tú has recibido el don de amar incondicionalmente a todos tus hijos. Te suplico que me ayudes a ser como tú, a tener un corazón cálido, compasivo y misericordioso. Que me ayudes a amar a los demás como tú, con un amor incondicional y sin condiciones. Que me ayudes a ser una buena madre para mis hijos, a tener paciencia y comprensión. Que me concedas la gracia de ser una buena madre para mi familia, para mi comunidad y para la humanidad. Que me ayudes a recordar siempre que, como dijo Jesús, el amor es la única respuesta a la paz y a la reconciliación. Te suplico que me otorgues la fuerza y la sabiduría para vivir como una madre amorosa, para que todos los que me rodean sientan el amor, la compasión y el perdón que tú nos has mostrado.

Oh Madre de Dios, te suplico que me des tu consuelo y tu amor en los momentos difíciles, que me ayudes a encontrar la paz y la tranquilidad en los momentos de sufrimiento, que me des la fortaleza para aceptar las cosas que no puedo cambiar. Que me ayudes a tener una actitud positiva en las situaciones difíciles. Y, por último, te pido que me ayudes a aceptar mi propia fragilidad, a depender de tu fuerza y de tu amor, para que pueda seguir adelante en la vida sin temor.

Te pido todo esto, oh Madre del Cielo, en el nombre de tu Hijo Jesucristo. Amén.

Oh Santisima Virgen,
Tú que siempre estás dispuesta a escuchar las peticiones de los seres humanos, hoy te pido que escuches la mía.

Hoy te pido por la salud de mis hijos y de todos los niños, para que vivan sanos y libres de enfermedades.

Hoy te pido por la educación de mis hijos y de todos los niños, para que se sientan preparados para afrontar los retos de la vida.

Hoy te pido por la felicidad de mis hijos y de todos los niños, para que tengan la oportunidad de disfrutar de la vida llena de amor.

Hoy te pido por la seguridad de mis hijos y de todos los niños, para que vivan sin temor y con la tranquilidad que merecen.

Hoy te pido por el futuro de mis hijos y de todos los niños, para que tengan la oportunidad de vivir una vida plena y feliz.

Hoy te pido por la protección de mis hijos y de todos los niños, para que sean guiados con sabiduría a través de la vida.

Hoy te pido por la esperanza de mis hijos y de todos los niños, para que siempre tengan la fuerza para seguir adelante.

Hoy te pido por el amor de mis hijos y de todos los niños, para que sepan que siempre estarán amados.

Oh Santisima Virgen, te lo pido con el corazón lleno de fe.

La santisima Virgen ha sido una inspiración para muchas madres a lo largo de los siglos, que le han pedido su apoyo y ayuda a través de la oración. Esta oración es una prueba de la fe y el amor que siente una madre por su hijo, especialmente cuando necesita protección y comprensión. La oración a la Santísima Virgen es un recordatorio de que siempre está ahí para nosotros en los buenos y malos momentos. Esta es la razón por la cual los seres humanos han venerado a la Virgen María durante siglos: por su fidelidad, compasión y amor.

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